Comment gérer la maladie de Crohn grâce à une alimentation anti-inflammatoire

Cómo controlar la enfermedad de Crohn con una dieta antiinflamatoria

La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria intestinal crónica que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que la padecen. Aunque aún no se comprenden completamente las causas exactas de esta enfermedad, ahora se ha establecido que la inflamación desempeña un papel central en su desarrollo y progresión. Por eso, adoptar una dieta antiinflamatoria puede resultar una estrategia especialmente relevante para el manejo de esta patología.

Comprender los mecanismos de la enfermedad de Crohn

La enfermedad de Crohn se caracteriza por una inflamación crónica del revestimiento intestinal, que puede afectar cualquier parte del tracto digestivo, desde la boca hasta el ano. Esta inflamación produce diversos síntomas como dolor abdominal, diarrea, sangrado, pérdida de peso e incluso fatiga.

Las causas exactas de esta enfermedad autoinmune aún no se comprenden completamente, pero sabemos que es el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Entre ellos, la dieta juega un papel fundamental.

De hecho, ciertos alimentos pueden promover la inflamación, mientras que otros tienen propiedades antiinflamatorias. Por este motivo, adoptar una dieta adecuada puede resultar una importante palanca terapéutica para las personas con enfermedad de Crohn.

Los principios de una dieta antiinflamatoria para la enfermedad de Crohn.

Una dieta antiinflamatoria para la enfermedad de Crohn se basa en varios principios fundamentales:

1. Favorecer los alimentos ricos en nutrientes antiinflamatorios

Ciertos nutrientes tienen propiedades antiinflamatorias comprobadas, como los ácidos grasos omega-3, los antioxidantes, la fibra e incluso los probióticos. Por tanto, es importante favorecer los alimentos ricos en él, como:

  • Pescado azul (salmón, sardinas, caballa, etc.)
  • Frutas y verduras de temporada, especialmente aquellas ricas en vitamina C, carotenoides y flavonoides
  • Productos lácteos fermentados (yogur, kéfir, etc.)

2. Limitar los alimentos proinflamatorios

Por el contrario, se sabe que ciertos alimentos tienen propiedades proinflamatorias y, por lo tanto, pueden empeorar los síntomas de la enfermedad de Crohn. Por ello se recomienda limitarlos al máximo, como por ejemplo:

  • Alimentos procesados ​​(embutidos, comidas preparadas, etc.)
  • Azúcares refinados (refrescos, pasteles, dulces, etc.)
  • Alcohol
  • el cafe

3. Adaptar texturas según las fases de la enfermedad

Dependiendo del estado de inflamación intestinal, determinadas texturas de alimentos pueden tolerarse mejor que otras. Por tanto, durante las fases de aumento, es preferible favorecer alimentos más fáciles de digerir, como purés, sopas o compotas. Durante las fases de remisión, podemos reintroducir gradualmente alimentos más sustanciosos.

4. Bebe lo suficiente

La hidratación también es un elemento clave para las personas con enfermedad de Crohn, particularmente para compensar las pérdidas relacionadas con la diarrea. Se recomienda beber al menos entre 1,5 y 2 litros de agua al día.

Ejemplos de menús antiinflamatorios para la enfermedad de Crohn

A continuación se muestran algunos ejemplos de menús equilibrados y antiinflamatorios, adaptados a la enfermedad de Crohn:

Desayuno :

  • Batido de frutos rojos, semillas de chía y yogur natural
  • Skyr y manzana cocida

Almuerzo :

  • Sopa de verduras casera (zanahorias, calabacines, puerros)
  • Filete de salmón a la plancha, puré de boniato

Cena :

  • Ensalada de arroz, atún, pepino y queso feta
  • puré de manzana casero

 

Otros consejos para vivir bien con la enfermedad de Crohn

Además de la dieta, otros aspectos del estilo de vida también pueden tener un impacto positivo en el tratamiento de la enfermedad de Crohn:

Dormir

Dormir lo suficiente y de buena calidad es esencial para reducir la inflamación y promover la curación. Se recomienda dormir entre 7 y 9 horas por noche.

Actividad fisica

Practicar regularmente una actividad física adecuada (caminar, yoga, natación, etc.) puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar el bienestar general.

Manejo del estrés

Al ser el estrés un factor agravante de la enfermedad de Crohn, es importante implementar técnicas de manejo del estrés (meditación, respiración, etc.).

Complementos alimenticios

Ciertos suplementos dietéticos como el omega-3, la vitamina D o los probióticos también pueden resultar beneficiosos para reducir la inflamación. Sin embargo, su uso debe consultarse con un profesional sanitario.

Combinando una dieta antiinflamatoria, buenos hábitos de vida y un seguimiento médico adecuado, es totalmente posible vivir mejor con la enfermedad de Crohn a diario.

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