La proteína es un componente esencial de nuestra dieta, necesaria para el crecimiento muscular, la función enzimática, la respuesta inmune y la densidad ósea. Sin embargo, existe una creencia persistente de que la ingesta elevada de proteínas puede ser perjudicial para el hígado y el páncreas.
Proteínas y metabolismo
El papel del hígado
Cuando las proteínas se metabolizan, producen amoníaco, que luego se convierte en urea en el hígado para ser excretada por la orina. En casos de disfunción hepática grave, la capacidad del hígado para convertir el amoníaco en urea puede verse comprometida, lo que provoca una acumulación de amoníaco, que es tóxico. Este es un problema específico para quienes padecen una enfermedad hepática importante, pero no para el 99,9% de las personas sanas.
Necesidades de proteínas para personas sanas
Para las personas sanas, una dieta óptima generalmente incluye entre 1 y 1,5 gramos de proteína por libra de peso corporal. A medida que envejecemos, la síntesis de proteínas se vuelve más difícil. Así, para un deportista o una persona mayor de 60 años, se recomienda consumir entre 1,5 y 2 gramos de proteína por kilo de peso corporal.
Por qué la proteína es esencial
Mantener la masa muscular
La proteína es crucial para mantener la masa muscular. Proporcionan los aminoácidos necesarios para la reparación y el crecimiento muscular, lo cual es especialmente importante para los deportistas y las personas mayores.
Función enzimática y respuesta inmune
Las proteínas también desempeñan un papel vital en la función enzimática y la respuesta inmune. Las enzimas son proteínas que catalizan reacciones bioquímicas esenciales en el cuerpo, mientras que los anticuerpos, que también son proteínas, son esenciales para el sistema inmunológico.
Densidad ósea
Finalmente, la proteína es esencial para mantener la densidad ósea. El consumo adecuado de proteínas ayuda a prevenir la osteoporosis al proporcionar los nutrientes necesarios para mantener la estructura ósea.
Conclusión
La creencia de que las proteínas pueden ser perjudiciales para el hígado y el páncreas se basa en gran medida en situaciones médicas específicas y no se aplica a la mayoría de las personas. Para una persona sana promedio, consumir una cantidad adecuada de proteínas no sólo es seguro, sino también esencial para mantener la masa muscular, la función enzimática, la respuesta inmune y la densidad ósea. Si está sano, no le tenga miedo a las proteínas: es una parte crucial de una dieta equilibrada y saludable.